Historias Star Wars
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EPISODIO I

TERROR PERSUASIVO

Es el año 40 ABY, ocho años antes de la Invasión de Naboo por la Federación de Comercio.

Durante esta época, millones de planetas y sistemas coexistían en gran armonía en la República Galáctica. La paz y la prosperidad estaban en todas partes.

Los Caballeros Jedis - una antigua orden protectora del bien y devota al gran poder de la Fuerza - tienen la tarea de resolver los problemas que hay entre estos planetas y sistemas. Ellos son los GUARDIANES DE LA PAZ Y LA JUSTICIA en la Galaxia.

Pero poco saben los Jedis, que las fuerzas del Lado Oscuro traman siniestros planes para intentar desestabilizar a la República, destruir a la Orden Jedi y hundir a toda la Galaxia en las tinieblas...

En el tranquilo planeta acuático de Dac, un pacífico miembro de la República y hogar de diversas especies marinas como los inteligentes peces Mon Calamaris y sus vecinos cefalópodos, los Quarrens, las sumergidas ciudades submarinas están llenas habitantes y turistas que realizan sus actividades. Varios intelectuales de la alta sociedad se reúnen en el Auditorio Barneboo donde se está jugando un torneo de Dejarik. Otras personas y extraterrestre se juntan en clubes de comedia a reírse un rato.

Los de genero masculino presencian bailes exóticos de bailarinas sensuales de distintas especies en clubes eróticos muy conocidos. Las calles están repletas de gente.

Tres Quarrens terroristas se escabullen en los lugares mencionados anteriormente y activan unos extraños artefactos pequeños. Cada uno de estos terroristas están preparados para su ataque suicida, no les interesa para nada las vidas de los demás.

Las partidas de Dejarik, los bailes exóticos, los chistes y las personas continúan de lo más normal. La cuenta de 10 segundos hacia atrás comienza, cientos de seres de todas las edades no tienen idea sobre sus destinos. Hasta que finalmente...

Las tres bombas estallan fuertemente, arrasando con todo a su alrededor... Nadie logró sobrevivir a la gran catástrofe.

Mientras tanto en el planeta-ciudad de Coruscant, la capital de la República Galáctica, dos Maestros Jedis están meditando en una pequeña habitación en el gran Templo Jedi, estos Jedis sienten un gran disturbio en la Fuerza.

Yoda: En la Fuerza disturbios hay, una catástrofe ocurrido ha.

Dooku: Como si miles de voces hubiesen pedido ayuda... Y luego se quedasen calladas.

Mientras tanto en el oscuro planeta de Dathomir. El Maestro Jedi Sifo-Dyas está entrenando a su joven Padawan, Nouk Kii.

Sifo-Dyas: Recuerda esto, mi joven Padawan, un Jedi puede sentir el poder de la Fuerza que fluye dentro de el.

Nouk Kii: ¿Eso significa que puede controlar sus acciones?

Sifo-Dyas: Parcialmente, pero también debe obedecer sus ordenes.

Un Nexu se acercaba sigilosamente hacia los Jedis entre la maleza. La bestia salta desde los arbustos y los toma por sorpresa.

Sifo enciende rápidamente su espada laser y le corta el estomago al feroz animal, matándolo al instante. Nouk se había escondido entre unas hierbas por el susto que se dio.

Sifo-Dyas: Ya puedes salir, Nouk. El Nexu ya está muerto.

Nouk Kii: Lamento mucho haber tenido miedo y esconderme en vez de luchar, Maestro.

Sifo-Dyas: No te preocupes mi joven Padawan, con el tiempo aprenderás a ver más allá de tus temores y confiar plenamente en la Fuerza.

Unos días después del atentado en Dac, las Fuerzas de Seguridad Mon Calamaris se dirigen a detener al posible organizador de tal desastre.

Los cinco guardias Mon Cala encontraron la guarida del terrorista a las afueras de la ciudad donde ocurrió el atentado. Dentro de la guarida estaba el culpable, dándole ordenes a uno de sus lacayos Quarrens.

Los guardias ingresaron rápidamente y apuntaron sus armas hacia los dos conspiradores. El jefe terrorista era una figura totalmente encapuchada y con varias capas en el cuerpo, su rostro no podía verse.

Comandante Mon Calamari: ¡Quedan arrestados por conspirar contra nuestro pacífico mundo!

El Quarren saca una pistola, pero es acabado rápidamente por los Mon Cala. El terrorista líder saca dos sables de metal puro y los utiliza para bloquear los disparos y para rebanar a los guardias. En un instante todos los Mon Calamaris fueron asesinados, la figura misteriosa guarda sus sables y se va del lugar.

En Coruscant ya era de noche. El Consejo Jedi ordenó una asamblea de emergencia, todos los miembros del Consejo estaban presente. El Maestro Yoda mandó a llamar a los Maestros Dyas y Dooku.

Yoda: Su presencia en Dac precisamos que esté. Los Mon Cala nuestra ayuda necesitan.

Ki-Adi Mundi: Deben viajar rápidamente al sistema Dac, tendrán una audiencia con la Reina Seiya, la soberana de los Mon Cala. Trabajaran junto a las Fuerzas de Seguridad para averiguar quién está detrás de este atroz crimen.

Sifo-Dyas: ¿Cuáles fueron los motivos de estos ataques?

Plo Koon: Todavía no lo sabemos, pero todos los terroristas suicidas que cometieron el atentado eran Quarrens.

Dooku: Los Quarrens suelen tener problemas y disputas con los Mon Cala debido a sus religiones y creencias.

Yoda: Una guerra civil al parecer alguien quiere provocar, saber debemos porqué y quién lo está haciendo.

Dooku: Partiremos mañana a Dac para escuchar los testimonios de la Reina y los habitantes.

Ki-Adi Mundi: Que la Fuerza los acompañe.

Los dos Jedis se retiran de la Sala del Consejo y se van a descansar para salir por la mañana.

Esa misma noche, en la Casa de la Opera de Coruscant. Luego de una función de la Orquesta Real de Alderaan, todos los invitados, políticos, militares, millonarios, empresarios y famosos fueron a juntarse en el gran bar privado de la Opera. El lugar estaba repleto de gente, droides y muchos guardias.

Hablaban sobre política, arte, dinero, etc. Entre los presentes más distinguidos estaban el Muun Hego Damask, un miembro muy influyente del Clan Bancario Intergaláctico y profesor de ciencias económicas y geología de Muunilinst. Estaba charlando con un importante político, abogado, historiador, psicólogo, teólogo, filósofo, antropólogo y también profesor de geología de Naboo, Palpatine.

Hablaban sobre un gran descubrimiento arqueológico en el planeta Dac.

Palpatine: Estoy seguro de que esta vez nuestras coordenadas son correctas, profesor Damask.

Hego Damask: Espero que esta vez no fallemos como las otras ocho anteriores, profesor Palpatine.

En ese momento, el Bith Canciller Supremo, Moop Dristarg, se acercó a ellos junto a sus asistentes y guardaespaldas.

Moop Dristarg: Caballeros, no quiero interrumpirlos, me han informado que dos Caballeros Jedis viajaran junto a ustedes hacia el sistema Dac ¿Qué es ese descubrimiento que han hecho, señores?

Palpatine: Le agradecemos mucho por informarnos Canciller, pero por ahora preferimos no revelar este secreto hasta que la excavación haya terminado

Moop Dristarg: Muy bien, respetaré sus decisiones. Les deseo buena suerte en su expedición y que todo les vaya bien, amigos míos.

El Canciller y sus acompañantes se van del lugar.

Hego Damask: Podríamos utilizar a estos Jedis para encontrar rápidamente lo que buscamos, nos serán de mucha ayuda.

Palpatine: Me temo que no, debemos cuidarnos de los Jedis, si se llegasen a enterar de lo que tramamos estaríamos perdidos.

Hego Damask: Tienes razón, pero quizás ellos también estén interesados en nuestro descubrimiento.

A la mañana siguiente en el Templo Jedi. Yoda está charlando con Sifo y Nouk en uno de los pasillos del enorme establecimiento.

Yoda: Llevar a tu Padawan no podrás, Maestro Dyas, preparado para estas misiones él no lo está.

Nouk se puso algo triste y al mismo tiempo molesto. Sifo intentó reconfortarlo.

Sifo-Dyas: El Maestro Yoda tiene razón, Nouk, todavía no estas listo para ir a misiones peligrosas. Pero no te preocupes, algún día quizás tú encabeces grandes campañas Jedis y estés en operaciones militares.

Un par de horas después, Dyas y Dooku tomaron rumbo a Dac, junto a Damask y Palpatine, en una nave de pasajeros.

Mientras tanto en el Distrito Comercial de Coruscant, en un edificio privado. El Senador de la Federación de Comercio, Nute Gunray y su asistente, Rune Haako, estaban presentando un nuevo Droide de Batalla a varios senadores y empresarios. Este droide se uniría a las filas del Ejercito de la Federación y a las fuerzas corporativas. Esta nueva clase de droide fue fabricada ilegalmente.

Nute Gunray: Gracias a la Unión Tecnológica, este nuevo droide le permitirá a los gremios y empresas poder defenderse mucho mejor de los piratas espaciales.

Todos estaban sorprendidos por el nuevo robot de la Federación, que tenía aspecto de un alienígena Colicoide. Entre los senadores estaban Po Nudo de Ando, y su asistente Nudo Shiido, también Passel Argente de Kooriva y su asistente Denario Kee. El Senador de Skako y Jefe de Producciones de la Tecno-Unión, Wat Tambor, dio un paso al frente.

Wat Tambor: Junto al Senador Gunray hemos decidido nombrar a este nuevo producto... Droideka.

Los senadores y empresarios presentes comenzaron a aplaudir por el excelente trabajo de Gunray y Tambor, excepto uno, el Senador de Cona, Zen Hobaz.

Zen Hobaz: Yo no estoy de acuerdo con sus propuestas, Senador Gunray. Este "Droideka" no me gusta, tiene un horrible diseño.

Todos se quedaron en silencio, Gunray y Tambor se miraron.

Nute Gunray: Aah... Senador Hobaz, realmente usted es un tonto.

Zen Hobaz: ¿Me está insultando o provocando, Gunray?

Nute Gunray: Usted está insultando y provocando al Droideka, Senador.

Zen Hobaz: ¡No diga tonterías, Gunray!

Nute Gunray: Tonterías son las que dice usted, Hobaz... Estas son las ultimas tonterías que dice.

Gunray, Tambor, Haako y los demás presentes se hicieron a un lado, rápidamente, el Droideka comenzó a disparar contra el Arconano. El Senador Hobaz cayó al suelo sin signos de vida, el droide lo mató.

Nute Gunray: Aquí tienen una demostración del verdadero poder del Droideka, caballeros. En la próxima sesión del Senado Galáctico, el Senador Quarren de Dac estará votando a nuestro favor para permitir que las tropas de la Federación arriben en su planeta, fingiremos ayudarlos en la guerra contra los Mon Cala y tomaremos rápidamente el control de su mundo.

Todos volvieron a aplaudir, esta vez mucho más fuerte.

Mientras tanto en Dac. La nave de pasajeros había llegado al planeta acuático y aterrizó en una plataforma flotante. Los Jedis viajaron en un submarino hacia donde tenían que reunirse con la Reina, los dos profesores tomaron otro camino.

Cuando los Jedis llegaron al Palacio Real de Dac fueron recibidos por varios guardias Mon Cala, ayudantes reales y Droides de Protocolo, también había varios Quarrens representantes. Fueron guiados hasta la sala del trono, donde estaba la Reina Seiya.

Dooku: Saludos su Majestad, venimos en nombre de la Orden Jedi para resolver el conflicto.

Reina Seiya: Bienvenidos a Dac, Maestros Jedis, tomen asiento.

Los dos Jedis se sentaron junto al Senador Reels y al Gobernador Melk, dos Mon Calamaris muy importantes. En ese momento se sentaron el Senador Quarren Breetai, y su fiel asistente Tikkes. El debate comenzó.

Gobernador Melk: ¡Esta crisis es por culpa de los Quarrens, ellos siempre intentaron sabotear nuestro trabajo, en especial nuestra producción de minerales!

Senador Breetai: ¡Usted no tiene pruebas para comprobarlo, Gobernador! ¡Deje de acusar a nuestro pueblo de cosas que nunca hicimos! ¡Usted y el Consejo Calamari están muy equivocados!

Senador Reels: ¡Mentiroso! ¡Los Quarrens siempre nos envidiaron! ¡Esto es obra suya!

Tikkes: ¿Envidiarlos? ¿Por qué rayos tendríamos que envidiarlos a ustedes?

Sifo-Dyas detiene rápidamente la discusión, antes de que termine de una mala y violenta manera.

Sifo-Dyas: Caballeros, cálmense por favor.

Reina Seiya: ¡Basta de absurdas peleas! ¿Acaso no somos civilizados? Intentemos resolver esto de un buen modo, diplomáticamente.

Dooku: La Reina tiene toda la razón, seamos más pacíficos.

Reina Seiya: Maestros Jedis, ayúdennos a averiguar quién estuvo detrás de estos atentados. Yo no creo que hayan sido nuestros compañeros Quarrens, hemos vivido en paz por cientos de años.

Dooku: No se preocupe, Majestad, nosotros nos ocuparemos de eso. Necesitaremos la colaboración del Senador Breetai para intentar averiguar las identidades de los terroristas suicidas.

Senador Breetai: Haremos todo lo posible como para ayudarles, Maestro... Pero se nos hará algo complicado con tantos Mon Calamaris ocupando las aguas que nos pertenecen.

Melk y Reels miran muy enojados a Breetai.

Dooku: Senador, nosotros vinimos aquí para intentar detener el terrorismo y evitar más ataques contra gente inocentes.

Reina Seiya: Guardias, acompañen a los Jedis hacia la plataforma de despegue, deben informar lo sucedido aquí en Coruscant. Si realmente fueron los Quarrens quienes hicieron estos ataques... Lamentablemente tendremos que encargarnos de ellos, por la seguridad de todos.

Todos los presentes se retiraron de la Sala del Trono, Dyas y Dooku se fueron por un pasillo junto a dos guardias.

Sifo-Dyas: Tenemos que avisarle al Consejo Jedi sobre la tensa situación en el planeta.

Dooku: Hay que hacerlo rápidamente si no queremos vernos involucrados en una guerra civil.

Mientras tanto en las oscuras cuevas de las Minas de Dac. Damask y Palpatine están excavando con la ayuda de varios Droides Mineros.

Palpatine: Según estas lecturas, la antigua Cámara Submarina de los Sith está detrás de esta gruesa pared de piedra caliza.

Hego Damask: Si nuestro tesoro está allí dentro, seremos los seres más poderosos de la Galaxia. Cambiaremos la historia y el gran poder de la Fuerza.

Los droides cavaron y cavaron por varias horas hasta que llegaron al tesoro.

Palpatine: ¡Lo encontramos, Maestro! ¡Es el Holocrón Sith! Los grande Lores del Sith escondieron sus poderes aquí durante las Guerras Sith.

Hego Damask: ¡Al fin! ¡Todos creen que los Sith nos extinguimos! Ahora volveremos a nacer y la Galaxia será nuestra.

El siniestro plan comenzó, en varios años los Jedis y la Galaxia sufrirían la terrible VENGANZA DE LOS SITH.

Mientras en el Templo Jedi. Sifo y Dooku contactaron con el Consejo.

Dooku: La Reina Seiya quiere que nos encarguemos de capturar a los culpables del ataque.

Yoda: De manera pacífica resolver esta situación debemos.

Plo Koon: ¿Necesitan ayuda adicional, Maestro Dooku? Podría ir con un equipo de 50 Jedis a colaborar en la misión.

Dooku: La Reina solo quiere que nosotros dos nos encarguemos de este trabajo, creo que no le gustará mucho que más Jedis lleguen a su planeta y se metan en esto.

Yoda: En manos suyas la misión queda. Que la Fuerza los acompañe.

Dooku: Gracias Maestro, que la Fuerza los acompañe a ustedes también.

La nave de los Jedis despegó del planeta y tomó rumbo a Coruscant.

Dooku: Sifo, el Maestro Yoda me ordenó volver a Coruscant, te tendré que dejar solo.

Sifo-Dyas: Entendido Dooku, yo me ocupó del resto de la misión.

Sifo-Dyas se subió a su caza Jedi y regresó a Dac. La nave de pasajeros donde iba Dooku se fue hacía el planeta-ciudad.

Sifo atravesó la atmósfera del planeta, una fuerte tormenta se desató durante su regresó, tuvo que esquivar varios rayos e intentar ver a través de las nubes y grandes gotas de lluvia.

Sifo logró aterrizar en una plataforma, se colocó su capucha y se bajó de la nave. La lluvia era cada ves más fuerte. La puerta principal del edificio con el que se conectaba la plataforma se abrió frente a él, dos guardias Quarrens aparecieron y le dijeron que entrara.

Cuando Sifo entró, se quitó la capucha y se encontró con el Senador Breetai y Tikkes.

Senador Breetai: Hola, Maestro Jedi, me da gusto volver a verlo.

Sifo Dyas: Usted tiene un gran embrollo con los Mon Calamaris, Senador, las cosas empeorarán para todos en el planeta si usted sigue haciendo ataques a la gente inocente.

Senador Breetai: ¿Usted también cree en lo que dicen los Mon Cala? Si me permite, Maestro Jedi, le mostraré en la situación que está viviendo mi pueblo y quizás se de cuenta que nosotros no tenemos nada que ver.

Breetai y Tikkes llevaron a Dyas hacía uno de los barrios Quarrens.

Senador Breetai: Estamos en total decadencia, mi pueblo tiene que vivir entre la suciedad. Muchos mueren por enfermedades y robos.

Tikkes: Pero por suerte recibimos apoyo de los Neimoidianos de la Federación de Comercio.

Senador Breetai: Eso es cierto, déjeme presentarle a Rute Gunnay, un asistente importante del Senador Nute Gunray, coordinador y encargado de un equipo especial enviado para ayudarnos contra la pobreza, los virus y el crimen.

Dyas estrecha la mano del Neimoidiano, al rededor de ellos hay varios Neimoidianos que llevan cajas con provisiones y medicamentos para los pobres. También hay varios Droides de Batalla resguardando la seguridad de los Quarrens.

Rute Gunnay: Es un placer conocerlo, Maestro Jedi.

Sifo-Dyas: También es un gusto conocerlo ¿Usted sabe algo con respecto a los atentados contra la ciudad de los Mon Calamaris y los Quarrens que efectuaron el ataque?

Rune Haako: Estas tres mujeres Quarrens lamentablemente han enviudado, Maestro, sus maridos desaparecieron luego del atentado y ahora deben criar a sus hijos ellas solas, entre la pobreza y las enfermedades.

Una de las mujeres Quarrens se le acerca al Jedi.

Mujer Quarren: No solamente nuestros maridos, mi hermano Balaba se despidió de mi esta mañana y luego no lo volví a ver más.

Sifo-Dyas: ¿Tiene alguna idea de a donde pudo haber ido su hermano, señora?

Mujer Quarren: El trabaja en el deposito de chatarra que queda a unas cuadras de aquí.

En eso, un hombre Quarren muy agresivo aparece y golpea a la mujer para que se calle y culpa al Jedi de entrometerse en los problemas privados de las personas. Sifo utiliza un truco mental de Jedi para cambiar el carácter del agresor.

Sifo-Dyas: No vas a golpear y maltratar a estas mujeres.

Hombre Quarren: No voy a golpear y maltratar a estas mujeres.

Sifo-Dyas: Te iras de aquí y ayudaras a los más necesitados.

Hombre Quarren: Me iré de aquí y ayuderé a los más necesitados.

Luego de estas palabras, el Quarren se fue junto a unos Neimoidianos para ayudar a la gente pobre y enferma.

Sifo-Dyas: Ya he visto suficiente Senador Breetai, ahora no culpe más a los Mon Cala sobre la situación de su pueblo e intente tomar las riendas personalmente de todo esto.

Al decir esto, Dyas miró como enojado a Gunnay, quien estaba sorprendido.

Senador Breetai: Tiene razón, Maestro, ahora usted debe ir a esa chatarreria.

Dyas se fue caminando al lugar que le dijo la Quarren. Breetai y Tikkes se fueron del otro lado, dejando solo a Rute Gunnay.

Sifo caminó varios minutos hasta que llegó a la chatarrería donde le preguntó al encargado si conocía a Balaba.

Quarren Encargado: Bienvenido a mi chatarrería, señor ¿En qué puedo ayudarlo?

Sifo-Dyas: Estoy buscando a un Quarren... Se llama Balaba.

Quarren Encargado: Eeh... No tengo idea de quién habla usted, quizás se equivocó de dirección.

El Quarren tomó un cuchillo que estaba sobre una mesa e intentó asesinar al Jedi, pero Sifo fue más rápido y encendió su espada laser, con gran velocidad cortó el brazo del Quarren y este cayó al suelo.

Sifo-Dyas: ¿Donde está Balaba? ¡Habla ahora!

Quarren Encargado: ¡Se fue al Centro Comercial Calamari! ¡Planeaba cometer un atentado!

Antes de irse, Dyas le atravesó la espada en el pecho al Quarren.

En el Centro Comercial Calamari. Sifo recorrió todos los negocios y calles, esquivando y empujando a la gente y a los turistas. Finalmente encuentra a un Quarren con una bomba en una mano, supuso que era Balaba.

Sifo-Dyas: ¡Balaba! ¡Alto! ¡Suelta ese dispositivo inmediatamente!

Cuando el Jedi gritó, todos se alarmaron y se hicieron a un lado.

Balaba: ¡Nunca! ¡Jamas nos detendrán!

Dyas encendió su espada laser azul y cortó la mano del Quarren, el dispositivo cayó por un pozo de desagüe y se perdió en las aguas residuales donde detonó instantáneamente, pero sin dejar victimas o heridos.

Sifo-Dyas capturó a Balaba y lo puso contra una pared, amenazándolo con su espada. Las personas miraban toda la situación.

Sifo-Dyas: ¡Comienza a hablar, Balaba!

Balaba: ¡Nunca hablare, Jedi!

Sifo acercó más su espada al rostro de Balaba.

Sifo-Dyas: ¡Llévame ante tu líder si no quieres probar esta espada!

Balaba se puso nervioso y comenzó a sudar.

Sifo Dyas: ¡Ahora!

Mientras en la nave de pasajeros. Palpatine y Damask habían logrado subir a la nave a tiempo antes de que despegase, ellos estaban en un compartimiento donde nadie podía oírlos ni encontrarlos.

Hego Damask: Si los Jedis descubren que encontramos el Holocrón Sith, intentarán tomarlo y estudiarlo ellos mismos.

Palpatine: Maestro, debemos estudiar el Holocrón lo más rápido posible e intentar ocultarlo si no queremos que sepan que nosotros somos Sith. Les diremos que no encontramos nada en las minas.

Hego Damask: Esa es una buena idea, mi aprendiz. Cuando lleguemos a Coruscant, ocultaremos al Holocrón en mis oficinas privadas, allí tendremos tiempo suficiente como para analizarlo y descubrir como obtener todo su poder.

Palpatine: Si Maestro, todo su poder... El poder de los Sith... El poder del Lado Oscuro de la Fuerza.

En Dac. Balaba llevó a Sifo ante su líder, el Quarren le dijo al Jedi que se ocultase detrás de unas columnas hasta que llegue su jefe.

Sifo observa al terrorista, es nada más ni nada menos que el infame Kaleesh Qymaen Jai Sheelal, un guerrero del planeta Kalee y mercenario secreto. Sifo ya había luchado contra Qymaen varias veces antes y lo conocía bastante bien. Sifo sale de su escondite y enciende su espada laser.

Sifo-Dyas: Hola Sheelal, tanto tiempo sin vernos.

Qymaen Jai Sheelal: Aaah... Maestro Dyas, me da gusto volver a verlo.

Balaba intenta escabullirse, pero Qymaen le atraviesa uno de sus sables en la espalda.

Qymaen Jai Sheelal: ¡Tú no vas a ninguna parte, torpe y sucio calamar traidor!

Sifo-Dyas: ¡Tus oscuros planes se acabaron, Qymaen!

Qymaen Jai Sheelal: No me hagas reír, Dyas.

Sifo-Dyas: Debí suponer que una rata inmunda como tú estaría detrás de todo esto.

Qymaen saca su otro sable y comienza a luchar con Sifo.

Qymaen Jai Sheelal: ¡Ríndete, Dyas! ¡Estos sables son de un metal indestructible!

Los sables y la espada se golpeaban todo el tiempo, en algunos momentos parecía que Qymaen ganaría pero en otros parecía que Dyas lograría triunfar.

Qymaen Jai Sheelal: ¡Debes darte cuenta de que estas perdido!

Sifo-Dyas: Yo no lo creo...

Sifo utilizó un fuerte empujón de la Fuerza y Qyamen salió volando por los aires hasta golpear contra una pared de acero.

Qymaen le dio una patada en el pecho a Sifo y luego escapó por una puerta. Sifo lo persiguió hasta llegar a la plataforma donde estaban sus respectivas naves, Sheelal se fue en la suya y Sifo lo persiguió en su caza.

La nave del Kaleesh llegó hasta el espacio donde ingresó en un crucero de la Federación de Comercio, Sifo también entró. Cuando se bajó de su caza fue capturado por varios Droides de Batalla y Droides Buitre.

Droide de Batalla: ¡Alto ahí intruso! ¡Quedas detenido!

Sifo-Dyas: Yo no soy el intruso, es el Kaleesh...

Sifo se dio cuenta que Qymaen ya no estaba, solo su nave. Dyas encendió su espada láser y comenzó a rebanar a los droides.

Droide de Batalla: ¡Disparen contra él!

En un instante, todos los Droides de Batalla y los Droides Buitre fueron destruidos, hasta que aparecieron cuatro Droidekas, que lograron vencer al Jedi gracias a sus escudos protectores. Sifo nunca antes vio estos droides, eran totalmente nuevos.

Una puerta se abrió e ingresaron un Neimoidiano y varios Droides de Batalla.

Daultay Dofine: ¿Qué esta ocurriendo aquí? ¿Qué hace el Maestro Dyas en la nave?

Sifo-Dyas: Disculpa por el desorden, teniente Dofine, estoy persiguiendo al mercenario Kaleesh...

Daultay Dofine: ¿Qymaen Jai Sheelal?

Sifo-Dyas: Si, teniente.

Daultay Dofine: Lamento decirle que Sheelal huyó en una de nuestras capsulas de escape, Maestro Dyas.

Sifo se sintió muy frustrado al escuchar esto.

Sifo, Daultay y los droides volvieron al puente de mando principal, allí contactaron con el Senador Nute Gunray.

Nute Gunray: ¿Que sucede, teniente Dofine?

Daultay Dofine: El Maestro Jedi, Sifo-Dyas, descubrió al conspirador de los atentados, Senador.

Nute Gunray se sorprendió al oírlo.

Nute Gunray: ¿Lo hizo?

Sifo-Dyas: Si, Senador, era el Kaleesh Qymaen Jai Sheelal.

Nute Gunray: Aaah... Ese canalla, gracias por ayudarnos Maestro Dyas ¡Teniente Dofine!

Daultay Dofine: ¿Si, Senador?

Nute Gunray: Desembarque las tropas droides hacía Dac, tenemos que poner bajo protección a los habitantes si ese Sheelal anda suelto por ahí.

Sifo-Dyas: ¿Desembarcarán tropas en Dac?

Nute Gunray: Si Maestro. El Senador Breetai de los Quarrens votó a favor de poner a la Federación de Comercio a cargo de la seguridad de su gente y su planeta.

Sifo-Dyas (pensando): "Esto es muy extraño, debo distraer a Gunray y a Dofine e intentar demorar el desembarco de los droides... Tengo que improvisar..."

Sifo-Dyas: ¿Y como les ha ido hoy, señores?

Gunray y Dofine estaban confundidos por la pregunta que les hizo Dyas.

Nute Gunray: Me ha ido muy bien, ahora no tengo tiempo para más preguntas, tengo que presentarme en el Senado inmediatamente.

La comunicación con Gunray terminó, Sifo ahora intentaría distraer a Dofine.

Mientras en el Senado Galáctico en Coruscant. El Canciller Distrarg, el Vice Canciller y el Secretario General citaron a todos los senadores para decir los resultados de las votaciones para que el Ejército de la Federación aumente su tamaño.

Moop Distarg: Senadores, Delegados, Representantes y Embajadores, la resolución ha sido aprobada, el Ejército Droide de la Federación de Comercio esta autorizado a crecer en número y ser utilizado de forma libre por sus dirigente.

Gunray toma la palabra.

Nute Gunray: Estoy muy contento por que la resolución haya sido aprobada, quisiera agradecer a todos los senadores que votaron a favor. Les aseguro que el Ejército de la Federación mantendrá segura nuestra Galaxia y será muy beneficiosa para todos los planetas y sistemas... E incluso para los que votaron en contra.

El Senador de Duro, Merkel, toma la palabra.

Senador Merkel: ¡Esta acta no me gusta para nada! ¡Significa que veremos millones de horrendos Droides de Batalla en nuestros mundos natales, controlándolo todo!

El Senador Breetai toma la palabra.

Senador Breetai: ¡Usted no diría eso si no hubiese sufrido lo que le está pasando a mi pueblo!

En Senador de Naboo, Max Gloval, toma la palabra.

Max Gloval: Yo confió plenamente en que la Federación de Comercio utilizará su ejército con moderación y mucha sabiduría.

Moop Distarg: Todos esperamos que así sea, Senador Gloval... La sesión terminó.

En las oficinas privadas de Damask en Coruscant. El Muun y el Humano están admirando el maravilloso y destructivo Holocrón Sith.

Hego Damask: Es realmente fabuloso, nuestros poderes aumentaran rápidamente cuando descubramos como liberarlos de allí dentro.

Palpatine: Si mi Maestro, nuestro poder del Lado Oscuro podrá superar al del Lado Luminoso ¡Finalmente derrotaremos a los Jedis!

Hego Damask: Los Jedis son muy ingenuos, no se atreven ni a mencionar al Lado Oscuro de la Fuerza, creen que con tan solo decirlo se están pasando a él.

Palpatine: Las creencias de los Jedis son muy rígidas y estrictas, pero no podrán contra nuestro poder en la Fuerza.

Hego Damask: Tenemos que tener cuidado de que nadie se entere de esto.

Palpatine: Hay que evitar que el Consejo Jedi descubra nuestro secreto y nos elimine.

Mientras tanto en Cato Neimoidia. El Senador Gunray y su asistente Haako, están organizando una celebración con sus colegas empresariales y senadores que apoyaron la resolución del Ejercito Droide de la Federación de Comercio. En una de las ciudades-puente del planeta, los invitados se reúnen con sus colegas Neimoidianos.

Nute Gunray: Senador Breetai, ahora su planeta estará asegurado bajo la protección de nuestro ejercito, ningún pirata espacial se atreverá a atacarlos.

Senador Breetai: Le agradezco mucho por su generosa ayuda, Senador. A usted y a sus ayudantes Neimoidianos.

Tikkes: Ustedes han sido muy bondadosos con nosotros, Senador.

Nute Gunray: Ahora, amigos míos, disfruten de esta fiesta y déjense llevar...

Varias T'wileks aparecen y comienzan a rodear a Breetai, a Tikkes y a los invitados para intentar distraerlos un rato.

Nute Gunray: Ahora si me disculpa Senador, tengo un asunto importante que atender.

Gunray y Haako se retiran de la sala y se van a una de las oficinas del Senador de la Federación. En la oficina los espera Qymaen Jai Sheelal.

Nute Gunray: Recibirá su pago dentro de poco, Sheelal.

Qymaen Jai Sheelal: ¿Necesita que haga algo más, Senador?

Nute Gunray: Si, regresa a Dac y reúnete con la Reina Seiya. Ella te estará esperando.

Qymaen Jai Sheelal: ¿La Reina? ¿Qué quiere ella de mí?

Nute Gunray: Eso no importa, por razones que desconozco está esperando de tu presencia en su palacio.

Qymaen Jai Sheelal: Está bien, Senador.

El guerrero Kaleesh se retira de la sala al igual que los dos Neimoidianos y luego despega en su nave hacía Dac.

En el Templo Jedi. Yoda habla con Sifo y Dooku.

Yoda: Exitosa su misión ha sido, Maestro Dyas.

Dooku: Eso es cierto Maestro, pero el Ejército de la Federación de Comercio ha aumentado más su tamaño y se ha vuelto mucho más poderoso.

Yoda: Peligrosos estos Droides de Batalla poder ser, con inteligencia y sabiduría la Federación utilizarlos deberá.

Sifo-Dyas: Al parecer estarán agregando nuevas clases de droides y maquinarias a sus formidables tropas.

Dooku: No confió mucho en la Federación de Comercio, creo que podría hacerle cosas muy malas a la Galaxia en el futuro.

Yoda: Esperar y fijarnos en sus actos debemos, para saber si realmente ellos son de los nuestros.

En Dac. Qymaen llega al planeta y aterriza en una de las plataformas. Varias naves y cruceros de la Federación están presentes en el mundo acuático, todas las calles y avenidas son custodiadas por Droides de Batalla y Droidekas. Muchos no están de acuerdo con lo que hacen los Neimoidianos en su mundo.

Qymaen ingresa al palacio real escoltado por varios guardias Mon Calamaris. La Reina Seiya, el Gobernador Melk, el Senador Reels y varios guardias y asistentes aparecen.

Qymaen Jai Sheelal: Aquí estoy tal como usted ordenó, su majestad.

Reina Seiya: Bien... ¡Guardias! ¡Arrestenlo!

Todos los guardias rodean al Kaleesh y lo esposan, Sheelal descubre que esto era una trampa.

Reina Seiya: Serás condenado a trabajar en las minas de Dac durante cinco años por cometer terrorismo y violencia en nuestro pacífico mundo ¡Llevenselo de aquí!

Los guardias se llevan a Qymaen, quien queda indignado y muy enojado. La Reina y sus acompañantes se retiran.

Retos y problemas golpearan a la Galaxia... Retos y problemas que los Caballeros de la Orden Jedi deberán enfrentar... Retos y problemas que solo solucionarán los GUARDIANES DE LA PAZ Y LA JUSTICIA.

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